martes, 30 de abril de 2013

Adicción a Internet

Adicción a Internet

Internet puede definirse como una red de ordenadores que comparten datos y recursos. Existe una conexión de redes a nivel mundial que permite a los ordenadores comunicarse entre sí en cualquier parte del mundo. Esto nos permite tener acceso a información y personas. Pero Internet hoy en día se ha vuelto un medio en el cual gira la vida de muchas personas; es una realidad que Internet ofrece infinidad de aplicaciones y algunas permiten el anonimato el cual crea un sentimiento de protección y libertad a la persona, sin embargo también se le atribuyen propiedades negativas como reducción del círculo social y afectación al bienestar psicológico.

Durante siglos la gente se ha encontrado dependiente psicológica o físicamente a muchos comportamientos y sustancias. Las adicciones psicológicas o no químicas vienen incluidas en los trastornos del control de impulsos, los componentes fundamentales de los trastornos adictivos serían la pérdida de control y la dependencia. Cualquier criterio que cumpla estos seis criterios estará definido como adicción: saliencia que se refiere a que una actividad en particular se convierte en lo más importante en la vida del individuo y domina sus pensamientos, sentimientos y conducta; la modificación del humor; la tolerancia donde se aumenta la actividad en particular; el síndrome de abstinencia; el conflicto con aquellos que rodean al adicto; y la recaída donde el sujeto no se puede controlar.
Una adicción comúnmente es señalada como la dependencia a una sustancia, pero esto va más allá de la imaginación, pues puede darse por una acción, una persona, un objeto, etc. Hoy en día debido al contacto que se tiene con el mundo tecnológico e informático se han generado codependencias por el mismo y esto en los últimos años ha afectado gravemente a la sociedad. La ciberadicción o trastorno de adicción a Internet, es el uso problemático y patológico del Internet, donde se genera un uso excesivo por el mismo y se interfiere con la vida diaria.
            El uso normal de la Internet puede llegar a experimentar una singular fascinación cuando se conecta a la red y comienza una navegación, se hace uso de servicios como correo electrónico, chats, foros, servicios de descarga, redes sociales, etc. El uso de estos servicios supone que los tiempos de conexión vayan aumentando; el problema es cuando el tiempo dedicado sobrepasa el límite y afecta las actividades de la vida diaria, dándole mayor importancia al tiempo en la red que a la vida misma. Algunas personas presentan verdaderos problemas derivados a su afición a los ordenadores y a la web llegando a extremos de privarse de comer, dormir o alguna otra actividad fundamental.
            No obstante este tipo de adicción inicia como un fascinante hobby en el que se invierte cantidades de tiempo donde también se aprende, se fomenta la creatividad y se comunica. Pero a medida de que esa capacidad aumenta, el subconsciente comienza a crear una especie de poder que consume el tiempo creando una dependencia, necesidad, ansiedad y hasta una obsesión. Es por ello que se afirma que cuando el uso de Internet infiere de un modo significativo en las actividades habituales es cuando se considera patológico. Algunos psicológicos afirman que las nuevas tecnologías son, por sí mismas adictivas.
El principal obstáculo que encontraremos para detectar la existencia del problema es la negación. El paciente tiende a negar o minimizar su dependencia de la red, amparándose muchas veces en su utilidad. Por ello, no es fácil que el trastorno se haga evidente en una exploración inicial. La mayor parte de personas que buscan ayuda para su adicción a la Internet lo hacen por indicación de otras personas. Las personas que podemos sospechar que tienen problemas con Internet no se conforman con revisar si tienen correo electrónico, una o dos veces al día, o bien navegar durante una o dos horas como hacen la mayor parte de usuarios. Se conectan cada vez que pasan cerca de su ordenador, revisan su correo electrónico de 20 a 30 veces al día y pueden permanecer conectados a la red durante más de ocho horas al día.
Hay ciertas características de personalidad o estados emocionales que aumentan la vulnerabilidad psicológica a las adicciones. La vulnerabilidad psicológica hacia la adicción a Internet se expresa en los siguientes factores de riesgo: Déficits de personalidad: introversión acusada, baja autoestima y nivel alto de búsqueda de sensaciones; Déficits en las relaciones interpersonales: timidez y fobia social; Déficits cognitivos: fantasía descontrolada y atención dispersa; Alteraciones psicopatológicas: Adicciones químicas o psicológicas presentes o pasadas. Depresión.
            En base a diversas investigaciones realizadas en muchos países se afirma: con el uso de las redes sociales se crea adicción y se pierde tiempo; las personas que son adictos a juegos online crean en su mente fantasías con el juego y sufren de ansiedad aún dormidos; existe una relación estrecha entre depresión y adicción a internet; actualmente encontramos un porcentaje a considerar de menores adictos a Internet; de cada 100 usuarios de la web 9 sufren una dependencia enfermiza; etc.
            Un ejemplo vivo es lo acontecido en Corea del Sur donde podemos observar múltiples desastres a consecuencia de la dependencia tan grande que existe en este país, pues se habla que un 90% de la población padece una adicción impulsiva desde todas las edades, ellos lo justifican con un fin de estudio pero la realidad es que en estudios se ve comprobado que ha disminuido su capacidad de atención; esto último preocupa gravemente al gobierno es por ello que ha implementada varios procesos de control a la adicción pero hasta ahora no han dado resultados.